Este año hemos sido los elegidos por el ADG-FAD para diseñar el ADG-Laus Magabook. Cuando nos sentamos a buscar una idea para el Magabook lo primero que hicimos fue mirar todo lo que nos rodeaba en cuestión de libros sobre diseño. Veíamos que, tanto en editoriales especializadas como las anteriores ediciones de Magabook, es común encontrar un lenguaje gráfico muy contundente y expresivo. En ese sentido, la diferenciación con respecto a esos libros (que tanto nos gustan, por cierto) tenía que llegar por usar un concepto más poético, que gráficamente nos permitiera ser más livianos y a la vez nos diera posibilidades de aplicación. En ese momento surgió la piel como concepto capaz de representar aspectos tan vinculados a los premios de diseño como el esfuerzo a través del sudor, la emoción a través de la piel erizada, la singularidad a través de las marcas de la piel o la trayectoria a través de la arruga.
Si quieres conocer el proyecto más a fondo, aquí puedes leer la entrevista que nos hicieron desde el ADG-FAD.
Diseñar el Magabook abruma. Ser conscientes que, en gran medida, los lectores del libro son de tu propio sector te hace sentir una responsabilidad enorme. Somos un sector muy crítico, que se analiza mucho entre si. Si además te detienes un poco en pensar sobre este tema, te vienen a la cabeza grandes referentes del diseño que sabes que van a tener este libro en sus manos.
Por eso, cada decisión que tomamos, cada interlineado, cada titular, cada elemento gráfico, sabemos que es mirado con una lupa gigante. Al final, esa presión es la que más nos motiva, y la que nos hace disfrutar con el proceso.