Una charla para un diseñador gráfico es siempre una oportunidad para autoanalizarse, o para analizar a los demás. En este caso, la sesión de psicoanálisis pública nos la brindaba Wences Sanz, organizador del evento, para hablar de diseño y de todo aquello que ocupa y preocupa acerca de la profesión. Decidimos enfocar la charla sobre los debates que surgen día tras día en el estudio, que no son pocos. Entre esos debates cotidianos hay un tema recurrente que tiene que ver con el diseño que consumimos a diario y que todos pagamos: el diseño y las administraciones públicas. «En el fondo nada diferente a cualquier otro proyecto, pero cuando se trata de dinero público todo cambia. Lo que es normal casi en cualquier ámbito, en el sector público se transforma en burocrático, en legal, en dinero de todos, en trascendente y con repercusión increíble», decían Víctor Palau y Ana Gea en su editorial de la revista Gràffica que ya sacó un monográfico sobre este tema.
La contratación pública de diseño, un problema difícil de solucionar.
Y en esa trascendencia nos enzarzamos cada día. Que si una campaña mal encargada, que si criterio aleatorio en la contratación pública, que si falta de entendimiento sobre la capacidad real del diseño para solucionar problemas cotidianos. Que si pataleta por aquí, pataleta por allá. Y esa gresca es la que nos llevamos a Club Fedrigoni para reflexionar acerca de tres problemas que detectamos a diario y que necesitábamos compartir con el gremio en una charla que titulamos «La total ausencia yel completo exceso de comunicación gráfica y su nula planificación en el ámbito de lo público». Ahí queda eso.